¿Mal planteado o las bajas nos perjudicaron? Lo cierto es que Cristal se mostró desconocido con el balón en la altura, le regaló la iniciativa a Melgar y ahora pierde 2-0 una llave que se torna difícil. Aquí la crónica.
Sporting Cristal perdió 2-0 ante Melgar en Arequipa la primera semifinal del torneo. Un partido muy mal jugado por parte de los celestes, en donde los rojinegros fueron amplios dominadores del trámite.
Amparados en lo que dijo Roberto Mosquera en conferencia de prensa, quien explicó que tanto Pretell como Yotún se encontraban mal físicamente y solo podían jugar 20 minutos, quizá se puede entender (uno quiere buscar razones) que el equipo saliera con una alineación inédita.
Calcaterra arrancó como volante central, reemplazando al suspendido Jesús Castillo. Sosa y Hohberg lo acompañaron en el medio. Y hay que decirlo: no funcionó. Fue muy malo el desempeño del mediocampo, y esta sería la clave del partido.
Uno se preguntaba ¿por qué Sporting Cristal ha salido a meterse tan atrás en Arequipa? Esto debido a que la tónica del partido era ver a Melgar elaborando juego y, a partir de ello, llegar hasta el fondo de nuestra área. Nos salvamos en varias ocasiones. Y Melgar volvía a atacar. Fallaba y volvía. Y ¿por qué Cristal se metió tan atrás y nunca quiso tener el balón, discutirle la posesión a los arequipeños?
Como menciono, me preguntaba eso en pleno partido. ¿Acaso Mosquera jugó a defenderse? Quiero tratar de encontrar la explicación. Me parecería increíble que Mosquera salga a realizar un partido tan mediocre a estas alturas. Y la explicación, a mi modo ver, podría partir en que este mediocampo de Calcaterra, Sosa y Hohberg desentonó categóricamente. En realidad, esta es la explicación que trató de dar Mosquera en su conferencia, diciendo que nuestra volante siempre ha sido la que genera el fútbol ofensivo. El DT confesó que esta vez no se vio el juego que quería.
Las bajas se sienten. Al final del año podemos notar que la partida Canchita, los problemas delictivos de Távara, la ausencia de Castillo e, incluso, -al parecer- la lesión de Pretell nos ha costado tener en la semifinal una volante terrible. 4 bajas y prácticamente te despides del título nacional.
De ahí no hay mucho que decir. El partido se perdió porque Cristal defendió muy atrás, sin posesión del balón, regalándole toda la iniciativa a un equipo como Melgar en Arequipa. Íbamos a tener mucha suerte si salíamos con la valla en cero jugando el partido así.
También nos gustaría ver más rebeldía en la cancha. Lo de este miércoles ha sido muy pobre en ese sentido. Tampoco tuvimos inteligencia para tener el balón cuando el partido lo pedía. Y, a veces, las carencias las compensas de estas dos formas.
Para finalizar, no quiero dejar pasar que, como están planteadas, las finales del campeonato favorecen demasiado al equipo que está en la final. Alianza tiene una semana de descanso y tendrá agotados a los semifinalistas. ¿Tanta prisa por acabar el torneo y no chocar con el Mundial?
En fin. Toca masticar rabia, desahogarse. Y darle con todo al partido del domingo. No podemos dar por perdido algo que no acaba.
Todos juntos lo que dure, de ahí ya se verá el futuro. ¡Fuerza Cristal!
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